CONSTELACIONES FAMILIARES



       Los Sistemas Familiares son las conexiones que cada persona tiene con su familia en una o varias generaciones, así como con las personas que han sido afectivamente significativas. Se vinculan entre sí con amor y lealtad, lo que una generación deja sin resolver, será la siguiente generación la que inocente e inconscientemente trate de solventar, quedando atrapadas en temas o asuntos que no son en realidad su responsabilidad.

   Existe una transmisión transgeneracional de los problemas familiares y de pareja que crean una cadena de destinos trágicos, las injusticias cometidas dentro del sistema familiar, así como fuera del sistema, pueden inconscientemente afectar la vida de sus familias con enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, dificultad de encontrar pareja, divorcios, separaciones , infidelidades, comportamiento conflictivo con algún miembro del sistema familiar, violencia y abusos etc. No obstante, el mismo amor que enfermó es el que tiene la sabiduría de la solución cuando se vuelve consciente; las lealtades invisibles emergen durante la configuración del Sistema Familiar. Se busca a personas excluidas, olvidadas, difamadas, denigradas, las no honradas en el sistema, las tratadas con injusticia, las que se fueron para ceder su espacio a otras y las que sufrieron vidas particularmente difíciles. ¿Hasta dónde pueden llegar esas lealtades invisibles y de dónde parten?. Es una incógnita que con frecuencia se aclara en la búsqueda de soluciones a través de la terapia de pareja.
          

    Constelaciones Familiares se refiere a una terapia sistémica que trata sobre problemas transgeneracionles que pueden afectar la vida de hoy de algún miembro del sistema familiar. En lo referente a las parejas, se refiere a la forma  en la que hombres y mujeres nos desarrollamos y tomamos tanto la parte femenina de la madre como la masculina del padre.

      Todo ser humano cuenta con propiedades femeninas y masculinas, ya que somos una parte de la madre y otra del padre y forma parte del  proceso importante para la consolidación de las relaciones de pareja.
     Para hacernos verdaderamente hombres y mujeres, el proceso se inicia con la madre, es decir, estamos en la esfera materna dadas las condiciones de nuestra gran fragilidad al nacer. Los hombres, no pueden quedarse en la esfera femenina, tienen que recorrer el camino hacia el padre y tomar de él, la fuerza, la virilidad, la hombría y renunciar a lo femenino de la madre. Lo mismo ocurre con las mujeres, necesita renunciar a estar en la esfera de lo masculino y renunciar al padres y tomar entonces la fuerza , la vida y lo femenino en su madres.

    Una vez, que hombres y mujeres han tomado lo propio para de ambos, entonces, pueden lanzarse a vivir una vida de pareja, que visto desde las constelaciones familiares, la pareja se realiza cuando un hijo del padre forma pareja con una hija de la madres, y sólo así pueden complementarse.  Tomando de su mujer lo femenino y la mujer tomando lo masculino de su pareja.

     Cuando el hombre permanece en la esfera de la madre, es incapaz de valorar a su propia pareja, y por tanto, existe un desequilibrio en esa pareja.
    Del mismo modo, sí la hija permanece en la esfera del padre, seguramente estará menospreciando a su pareja, no reconociendo sus masculinidad.

     Ambos miembros de la pareja no pueden sostener una adecuada relación de pareja, porque su alma y su mirada se encuentran en sus esferas de origen.  La grandeza de la terapia Sistemica es que ha logrado desentrañar las dinámicas ocultas e inconscientes de estas relaciones. Y por tanto, en la terapia sistémica se puede poner orden a los enredos sistémicos y sanar  los vínculos afectivos, para llevar una vida más sana y funcional.

      Sí te interesa saber más sobre este tipo de Psicoterapia no dudes en consultarme